Adolescentes terribles

drestevebarcelona_adolescentes_1
drestevebarcelona_adolescentes_1

Pues sí: Algunos adolescentes son terribles, al igual que algunos padres, abuelos, y gente de cualquier edad. Pero tener quince años no es sinónimo de ser un delincuente en potencia, ni implica que la convivencia con él suponga un sufrimiento permanente.

Quizá se nos olvida a los adultos que fuimos adolescentes hace  treinta, cuarenta o cincuenta años; que las circunstancias sociales, políticas, económicas pudieron ser diferentes, pero la esencia del adolescente no cambia: es un ser que se mueve entre dos mundos, queriendo ser cada día más adulto aunque arrastre actitudes infantiles. Con un tremendo sentido de lealtad y justicia y un espíritu crítico demoledor.

drestevebarcelona_adolescentes_1
drestevebarcelona_adolescentes_1

El adolescente necesita desesperadamente ser alguien y saber quién es. ¿Cuál es el modelo que le inspira? El que encuentra en la familia, el ámbito escolar y los medios de comunicación. Dramática responsabilidad la de los adultos. No podemos transmitir valores si existe incoherencia entre lo que predicamos y lo que practicamos. Así nacen el desencanto, la frustración y el pasar de la vida.

Pero ellos tienen una ventaja sobre nosotros: poseen una lógica aplastante. Eso nos permite hablar -de adulto a adulto- con ellos. Podemos dialogar, si sabemos cómo hacerlo. Conseguiremos acuerdos mucho más satisfactorios que la obediencia. Creo que un adolescente suele hacer honor a la confianza que se deposita en él, y sin esa relación de confianza no se puede madurar como familia.

“¡Cómo se nota que no conoce a mi hija, a mi hijo!” Lo pensarán muchos padres que han llegado hasta aquí. Y es cierto, hay adolescentes que padecen trastornos de personalidad u otros procesos mentales que dificultan seriamente una relación normal y requieren una ayuda psicoterapéutica -generalmente familiar, más que individual-, pero todos ellos son sensibles a la cercanía emocional.

Pocas personas se resisten a ser comprendidas y queridas, y los adolescentes no son una excepción.

Dr. José María Esteve Barcelona

1 comentario

  1. Con tu permiso voy a invitar a un par de amigas con adolescentes «terribles» imposibles de encauzar. Pienso en mi sobrino de 17 años, y con castigos se vuelve más desobediente.
    Tenía razón tu hermano cuando te decía que escribiera tus experiencias. Escribes muy bien, tal como lo hablas. Te felicito.

Los comentarios están cerrados.