Análisis de colesterol.
Análisis de colesterol: Observo sin cesar que la fuente más extendida de desinformación del planeta (la televisión llega a más hogares que internet, creo) cumple puntualmente con sus objetivos y confunde a la ciudadanía sobre el colesterol con afirmaciones y publicidad que carecen del más elemental rigor científico. Verbigracia, “una cifra que supere los 200 mgrs. es sumamente perjudicial para el corazón.” Pues puede que sí, o puede que no. Y no hay ningún producto lácteo de ninguna marca comercial que disminuya por sí mismo el colesterol. Ni las nueces u otros frutos secos sirven para tal objeto. De modo que, indignado por tener que desmontar a diario las falsedades que circulan en forma de leyendas urbanas, trataré de simplificar conceptos en beneficio de los que tenéis la paciencia de leer esta página.
Para empezar: En un análisis de colesterol total, vemos que éste se compone de tres fracciones, una buena, protectora, saludable, la de alta densidad (hdl), y dos perjudiciales, de baja densidad (ldl) y de muy baja densidad (vldl, también llamadas triglicéridos). Es fácil entender que la fracción hdl, como es saludable, debe estar tan elevada como sea posible. Son normales los valores por encima de 50 mgrs. Los otras dos, las dañinas, cuanto más bajas estén, mejor. La fracción ldl debe estar por debajo de 130 mgrs., y la vldl por debajo de 40 (si se mide en forma de triglicéridos, 180). A ver lo que hemos aprendido: Os propongo un análisis con las siguientes cifras:
Colesterol total: 230 mgrs.
Colesterol hdl: 90 mgrs.
Colesterol ldl: 120 mgrs.
Colesterol vldl: 20 mgrs. (o triglicéridos 80 mgrs.)
Veréis que las cifras de las fracciones son totalmente normales, por lo que el colesterol total de 230 no tiene ninguna importancia.
Hay casos en los que no se puede hacer una valoración tan clara, y entonces se recurre a un cociente universalmente conocido como “factor de riesgo”, que se halla dividiendo el colesterol total por el colesterol hdl. El valor debe ser inferior a 4,5. En del análisis de antes, 230/90 = 2,56. O sea, magnífico (aunque los medios digan que no).
Quiero hacer un inciso para pedir a los laboratorios de análisis clínicos que supriman asteriscos, negritas o cualquier señal que indique una teórica anomalía en las cifras; ellos se ahorrarían tinta y los pacientes disgustos innecesarios. (Sé que no me harán caso). Igualmente insto a los pacientes para que resistan la tentación de interpretar sus análisis vía internet. (Sé que alguno me hace caso, muchas gracias).
Por último, recordar que los desequilibrios del colesterol tienen dos causas diferentes: una herencia genética y hábitos alimentarios o de vida perjudiciales. De estos últimos hablaremos en una próxima ocasión.